miércoles, 2 de marzo de 2011

Conjuntivitis aguda

Sí. Iba a hablar de eso. A modo de aclaración pública de porqué toda la gente que me cruzo desde hace un par de días debe pensar que llevo puesto el modo multidisparo (por si los bailes de mis ojos no diesen ya bastante lugar a confusiones).

Pero ha ocurrido un acontecimiento realmente importante en mi vida esta misma tarde, y uno de mis sueños se ha hecho realidad y tengo que decírselo al mundo, para que sepa  que yo al menos ya he cumplido uno, y él probablemente ninguno, que se joda.

Esta tarde me disponía a aparcar por la Alameda (ay, qué bonita es) horas antes del partido del equipo ese de furgol, y un gorrilla me ha señalado un coche que salía. Más bien estaba ya prácticamente fuera. El gorrilla hacía gestos exagerados como diciendo: ¡eh chico, como eres gilipollas y en la autoescuela no te enseñaron a identificar si este coche está yendo palante o patrás, yo te aviso, y hasta te voy a indicar para aparcar en batería, que seguro que tampoco te enseñaron, y claro no va  a ser gratis, tendrás que darme tú algo a cambio!. Tras identificar este saludo, a pesar de mi odio enfermizo hacia él y sus colegas colegiados, me he lanzado.

(Cambio de párrafo que si no parece muy largo y no lo léeis)

Ahí estaba yo batallando con ese hueco enorme, atendiendo muy concentrado a esas indicaciones necesarísimas del gorrilla, cuando ha aparecido de detrás de un arbusto un agente de la ley, y digo "agente de la ley" porque policía se queda  pequeño y obsceno para dar gracias a ese hombre, que ha aparecido en lo que a mi me parecía un caballo blanco alado, pero que a lo mejor era una moto.

Hoy he ganado, y el próximo día que vea a uno de esos, aparcaré y le daré dinero, porque empiezan a darme miedo de tantos que son, pero al girarme sonreiré con ojos gatunos y pensaré "maldito, la ley caerá sobre ti, y te hará comerte tu gorra diminuta".

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